En 2012 Balázs Kulcsár, ingeniero, y Andrea Zorkóczy, contable, se trasladaron desde la ciudad de Érd a las afueras de un pueblo llamado Vértesacsa, en Hungría, donde establecieron una granja familiar en 12 hectáreas de terreno (Figura 1). El éxito de la granja se basa en la aplicación combinada de la agroforestería, la permacultura y la agricultura ecológica, junto con el entusiasmo y la experiencia técnica y económica de sus propietarios. Una de las dificultades que encontraron en el desarrollo de estas nuevas actividades agrícolas fue que la tierra había estado ocupada por grandes campos de monocultivo agrícola, ubicados en una zona montañosa y con viento. La tierra sigue estando rodeada de grandes parcelas agrícolas de cultivo intensivo. Hace más de diez años, cuando comenzaron a establecer la granja familiar, casi no había información disponible, por lo que la mayoría de las soluciones prácticas que implementaron estaban basadas en sus propias ideas. Al crear y operar esta granja diversa con sus propios recursos, los agricultores han acumulado una gran experiencia, que están muy contentos de compartir con aquellos que quieran emprender una aventura similar.
Setos vivos y compartimentos de bloques de la granja: objetivo e implicaciones de gestión
Uno de los primeros pasos en el desarrollo de la finca fue instalar setos vivos en los alrededores de la zona (Figura 2). Así, en un plazo de cuatro años se ha producido una disminución significativa de de los efectos negativos del viento y, muy probablemente, también de los productos químicos.
Para reducir aún más la exposición al viento y, por lo tanto, la pérdida de agua por evaporación, la finca se ha dividido en bloques con líneas de árboles y arbustos plantados perpendicularmente a la dirección del viento predominante. Los árboles frutales se plantaron en hileras o bloques, para facilitar la polinización. Dentro de la zona de árboles frutales, podemos encontrar hasta 12 especies de rosas y varias variedades de bayas (frambuesas, moras, grosellas rojas, grosellas espinosas, aronias, serbales, cornus, bayas de saúco y endrinas) que conforman una sección aparte. Los pétalos de las flores se utilizan para colorear y aromatizar siropes. Esta estructura también facilita la gestión de la granja: en cada sección, los animales se alimentan por períodos cortos, después de la siega hasta la maduración de los frutos. En la zona sur, los cultivos se disponen en parcelas mixtas siguiendo los contornos. Aunque la actividad predominante es la producción de árboles frutales, también se practica la ganadería (cabras, vacuno para la producción de leche, caballos, asnos y aves de corral), así como la producción de hortalizas y hierba. La diversidad de la finca se ve incrementada por la reciente implantación de zonas de silvopastoreo y forraje , así como por la plantación de pinos con una mezcla de especies múltipropósito. El frutal está compuesto por variedades comerciales de frutas y bayas, así como especies de frutas silvestres (aproximadamente mil de cada). Con esta amplia gama de especies y variedades, se pretende aumentar la biodiversidad y dotar de sabores al producto principal de la granja: los siropes.
El seto limítrofe de la finca también está compuesto de especies mixtas muy diversas, un aspecto que, además de conferir beneficios ecológicos, también sirve para apoyar las funciones protectoras del seto frente a los impactos ambientales y humanos (por ejemplo, el crecimiento de ciertas especies arbóreas se ha visto afectado negativamente por la deriva de sustancias químicas procedente de las aplicaciones de los campos adyacentes). Con respecto a las especies maderables, la principal en la formación del seto es la robinia (Figura 3), y como especies asociadas están el roble, el haya, el olmo y el fresno. La vegetación en varios estratos garantiza la protección; en el estrato de los arbustos predominan la lila (Syringa vulgaris) y la flor de saúco (Sambucus nigra). Se escogió la lila porque es una especie caduca relativamente densa, y es tradición local plantarla a lo largo de los caminos.
El agricultor describe así las funciones polivalentes del seto:
– Las flores y bayas de los árboles y arbustos se utilizan en la producción de siropes y jarabes.
– Cubre íntegramente la demanda de combustible (90% de la madera procedente de la matorralización, 10% de los residuos de la poda de verano). El combustible se utiliza en una estufa de biomasa después del astillado.
– La amplia variedad de especies proporciona un pasto diverso y rico en alimentos que atraen a las abejas, por lo que el agricultor produce más fruta gracias a la mejora de la polinización.
– El material de la poda de verano y algunas de las ramas caídas como consecuencia de los daños causados por las tormentas se utilizan como alimento suplementario para los animales.
El agricultor lleva a cabo la poda sistemática rotatoria de uno de cada dos árboles, es decir, sólo se poda una sección del seto a la vez para mantener sus funciones (Figura 4). Los árboles crecen durante los siguientes cuatro años, hasta la siguiente poda. El tronco se trasmocha, es decir, se corta a tres metros de altura y en los años siguientes sólo se podan las ramas, lo que puede derivar en problemas de logística. La poda de la copa hace que los árboles crezcan de manera más intensa, lo que da como resultado una copa más densa y varios nuevos brotes de raíces. De esta manera, el seto se vuelve más denso. Por supuesto, se debe controlar el nacimiento de chupones fuera del espacio destinado al seto.
También se debe garantizar, mediante la eliminación de las ramas laterales, que la altura de las ramas en la zona adyacente del cinturón de protección sea la adecuada para permitir el paso de la maquinaria agrícola. En el caso de los árboles y arbustos plantados para la producción de flores y frutos (como el saúco), cabe señalar que el agricultor debe dejar un espacio de al menos dos metros desde el límite para la cosecha.
Establecimiento de pastos arbolados y producción de forraje en el frutal
Como el pastoreo en el área de frutales (Figura 5) es limitado y también causa algún daño a los árboles, principalmente descortezado por las cabras, se implantó el pastizal de especies productoras de madera. Según la experiencia y el testimonio del agricultor, se requiere el uso de protectores de árboles, aunque cuenta con el inconveniente de que los ratones de campo pueden meterse debajo de la red para protegerse de los depredadores. También es importante contar con un perro pastor con experiencia: el perro mantiene a los animales en movimiento de acuerdo con las instrucciones del granjero, por lo que las cabras no tienen tiempo de rascarse contra los troncos y morder la corteza. Después de la caída de la hoja, que en esta región se produce en la segunda mitad del otoño, el pastoreo es más sencillo, ya que no hay hojas atractivas en las ramas, pero se puede pastar la hierba.
En la zona de frutales, se siembran forrajes mixtos entre las hileras de árboles a una distancia de 6 m (Figura 5). Mientras los árboles no estén maduros, el forraje proporciona el valor económico de las parcelas. Una observación importante es que, en comparación con un cultivo de una sola especie, la pradera mixta es más densa y da lugar a un rendimiento mucho mayor, incluso sin fertilización. Utilizando las mismas técnicas de cosecha, y con 4 cortes anuales, la pradera mixta de 3 hectáreas de gramíneas y leguminosas produjo un rendimiento de 70-80 pacas de heno de 120 cm de diámetro. La pradera mixta seca y cosechada antes de la floración se suministra a los animales. A la hora de elegir la mezcla de semillas forrajeras, es importante incluir especies que hagan agradable el sabor de la leche y el queso. Si las parcelas forrajeras se agotan debido al impacto de la siega continua sobre la formación de semillas y al rejuvenecimiento natural (es decir, el pienso pierde su calidad y no se produce ningún rendimiento viable económicamente), la parcela se rotura, fertiliza, se vuelve a fertilizar y se siembra de nuevo. Este rejuvenecimiento se debe realizar cada 6-8 años.
Dado que gran parte del forraje verde se produce en los callejones, el suelo de esta zona se compacta de manera importante. La agrotecnología se ha diseñado para eliminar esta compactación mediante un subsolador (sin rotación) que transfiere la materia orgánica al suelo y proporciona un lecho de siembra adecuado para el crecimiento de los cultivos forrajeros. Debido a las condiciones locales de sequía, los cultivos forrajeros se mezclan con avena. La alimentación de los animales se lleva a cabo sólo con forraje, por lo tanto, es importante tener una cantidad de alimento estable anual y predecible, así como una cubierta verde continua en los frutales, lo que se consigue mediante el desplazamiento de bloques individuales (siembra de líneas pares e impares alternativamente) dentro del frutal, para que no se agoten al mismo tiempo. Con este método, se requiere la resiembra en aproximadamente un 10% del área por año.
Gestión de la biodiversidad para aumentar la producción
Otra ventaja de la gran variedad de especies es que el período de producción de la materia prima puede ser prolongado, gracias a los diferentes períodos de floración y cosecha. Otros agricultores de las RAINs de AFINET (RAINs) también mencionan esta ventaja, como por ejemplo en Portugal, un país con condiciones climáticas muy variables. También permite al agricultor garantizar la estabilidad de la mano de obra y una mejor organización de la logística. Los árboles frutales silvestres (por ejemplo, cerezo silvestre, ciruela, morera), que se diseminan y regeneran de manera natural, se mantienen, ya que estas especies se adaptan bien a las condiciones climáticas relativamente secas de la región, lo que amplía aún más la variedad de sabores disponibles para los siropes producidos.
La plantación de coníferas con una composición de especies mixtas también es polivalente. En esta parcela se cultivan, entre otros, abeto blanco, abeto común, pícea, pino laricio, alerce, pino silvestre y pino del Himalaya. El pino del Himalaya (Pinus wallichiana) mejora las condiciones para el desarrollo de otras especies de pino debido al efecto acidificante del suelo que proporcionan las especies de coníferas en suelos básicos y además sirve como refugio. El material astillado de la poda de árboles sirve para mejorar el suelo y la acidificación. Aquí se cultivan árboles de Navidad, arándanos y hongos (Figura 6). En el bosque de pinos también se encuentran las colonias de abejas que trabajan como polinizadoras.
Figure 6: Rich harvest of mushrooms in the pine plantation. Photo by B. Kulcsár
Parcelas de cultivos arables
En las parcelas de cultivos arables, el agricultor cultiva avena que se almacena en pacas para la alimentación animal. Después de la cosecha de verano, el agricultor siembra rábano y colza forrajera, junto con una mezcla de forraje verde en la primavera siguiente. Después de la siembra de otoño, puede cosechar la mezcla de avena y forraje verde en enero, un fenómeno extraño en el clima continental (Figura 7). Se puede cortar para alimentar a los animales, pero si la temperatura lo permite, el forraje mezclado se empaca en estado congelado y permanece fresco durante 3 ó 4 semanas. Sin embargo, en invierno, en suelos no congelados, se recomienda utilizar maquinaria ligera para cosechar o esperar a que el suelo se congele para evitar daños.
Dado que la estructura de la plantación y la combinación de cultivos no encajan con la tecnología agrícola y hortícola convencional, la mecanización también requiere algunas soluciones especiales. La maquinaria utilizada consiste en un tractor, una sembradora (rastrilladora), una grada de discos, un cultivador, una esparcidora de estiércol, una segadora frontal, una hileradora y una empacadora, pero a veces también se utiliza un caballo. El agricultor explica que las herramientas pequeñas y medianas que son adecuadas para el cultivo en los callejones son difíciles de encontrar y que en muchos casos las máquinas viejas son más fiables. Para algunas operaciones, es posible que se necesiten máquinas de desarrollo propio.